viernes, 20 de noviembre de 2015

45 Incesto


Incesto ®

Una tarde de primavera paseaba a caballo tras mi perro
que se adentraba más y más en un frondoso eucaliptal;
tanto se nos adelanto a mi montura y a mí,
llegando a desaparecer entre la maleza.

A lo lejos se oía el inconfundible murmullo
de de las suaves aguas de un riachuelo cercano,
también la suave brisa me traía el inconfundible
eco del ladrar, de mí apreciado animal.

Muy próximo aquel apartado lugar el oscilante
movimiento de una columna de humo llamo mi atención.
Cabalgando sobre mi montura me aproxime aquel lugar.

Ante mi apareció una pequeña
y bonita casa típica del lugar.
En la entrada una exuberante mujer de mediana edad,
que parecía esperar mi llegada.

La salude, me respondió muy amablemente
e inmediatamente reconoció mi acento
y sin más preámbulos me dijo
- Hace mucho que le espero,
en muchos momentos de mi vida le vi llegar
tal como lo hago en este momento.

Me quede atónito sin poder articular palabra alguna
mientras ella parecía saber todo de mi.
Usted es mi padre y viene de España.
Perdone buena mujer me parece que se confunde,
yo nunca estuve en este país y menos en este lugar,
también he de hacerle notar que debemos tener la misma edad.

Es una larga historia que se la resumiré muy brevemente:
Mi madre muy joven se caso con un español de su misma edad
quedando embarazada de mi, al poco tiempo
que los militares dieron el golpe de estado aquí en Chile
A mi padre se lo llevaron y antes de morir le dijo a mi madre:
si desaparezco no llores mujer, yo he de volver.

Mi madre lo espero durante toda su vida,
Y sus últimas palabras fueron:
María tu padre vendrá no desesperes...

Y como puedo comprobar acaba de llegar;
mi madre me dio tres claves para reconócele:
Sus manos y sus dedos rectos y perfectos ,,,

En la mejilla derecha una pequeña mancha
en forma de corazón y lo más importante
la expresión de los ojos iguales a los míos.

Me invito a pasar y hablamos durante horas
hasta hacerse de noche.

En lo más profundo de mi recuerdo
yacía la figura hermosa de esta mujer .

Como si ya la conociera de antes,
mi corazón le pertenecía por eso en mis
40 años de edad no pude encontrar mujer igual.

Lo mismo le sucedió a ella, los dos nos besamos
apasionada mente jurándonos amor, teniéndola que
dejar con todo dolor de mi corazón , esperando mi pronto regreso
y bien acompañada de mi fiel amigo

En mi cabeza golpea un solo pensamiento
Si María es mi hija ¿estaremos cometiendo un incesto?
Puede ser mi hija espiritual, pero carnalmente no es mi hija.
No sé si estaremos cometiendo un grave pecado
pero lo que si tenemos bien claro es que nos
amamos y nos seguiremos amando




                   De Amores

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