sábado, 21 de noviembre de 2015

74 Cuando llegaba mayo



CUANDO LLEGABA MAYO ®


Cuando llegaba mayo,
hoy aún recuerdo lo afanosa y atareada que se encontraba mi madre.
Como si el tiempo se le escapara de entre los dedos
y no le diese lugar a tener preparado todo cuanto se pensaba a llevar
Quiero poder recordar una y otra vez estos atares
para que no me quede en el olvido
allá donde el tiempo y la memoria no del con ello

Mi madre iba poniendo sobre una de las camas
La ropa que al Rocío pensaba llevarse.
Sus batas rocieras, el mantoncillo y su rosa para el pelo,
sus votos camperos, su sombrero, el palo con que apoyarse al cruzar las arenas,
su medalla del Rocío, que casi siempre llevaba puestas

y yo irónicamente le decía.
Pero Ángeles ¿tú que vas al Rocío, ¿de peregrina,
o a quedarte allá toda la vida?
Ella un poco contrariada y otro poco justificándose me decía.
Hijo todo cuanto lleve es poco,
allí el polvo y la arena lo envuelve todo

Esa mañana tempranera de miércoles cundo los cohetes llamaban
Todos los romeros rezagados, estos corrían al encuentro de su hermandad

Pasados siete días todos en el barrio del Cerro del Águila esperábamos la comitiva y ella a la cabeza tras el Simpedado donde se podía agarrar, venia
fatigada quemada y morena, a un romero tras una semana de marcha, parecí


Allá quedo la aldea casi vacía
Allá la blanca paloma tras las rejas de su capilla
Allá se queda palacio,
Allá la raya real y el quema
Allá las arenas
Allá queda la sombra de los pinos
Viendo pasar a mi madre, que de todo aquellos se despedía
No volvería más porque muy cansada venía

Allá queda la Virgen del Rocío
Sabiendo que la madre mía
en el cielo con ella queda, para darle siempre compañía




               De Amores

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