Sueño Erótico ®
Esto que hoy me atrevo a
escribir,
después de tantos año pasados,
tu nunca lo leerás
y si lo haces no podrás descubrir,
quien fue aquella mujer de mis sueños,
nunca sabrás de la mujer de la que hablo,
aquella que el mejor regalo me pudo dar.
Aquel regalo nadie pudo antes soñar.
Hace algún tiempo atrás soñé con tus abrazos
y húmedos besos.
Tus sexuales caderas, tus pechos,
tu boca, y todo tu cuerpo.
Tú que nunca antes llegaste a despertar
ningún apetito sexual.
Me parecías poco femenina, alta,
algo rellenita, y gestos acostumbrados,
con alguna que otra manía,
con una voz estridente de la que yo huía,
no eras mi tipo evidentemente,
tanto tu como yo estábamos casados,
con nuestras parejas respetivas.
No sé de qué forma ni como sucedió,
pero yo solo sé que se unieron todos los astros,
para que esa misma noche soñara
con tu cuerpo totalmente desnudo,
que yacía sobre mi cama.
después de tantos año pasados,
tu nunca lo leerás
y si lo haces no podrás descubrir,
quien fue aquella mujer de mis sueños,
nunca sabrás de la mujer de la que hablo,
aquella que el mejor regalo me pudo dar.
Aquel regalo nadie pudo antes soñar.
Hace algún tiempo atrás soñé con tus abrazos
y húmedos besos.
Tus sexuales caderas, tus pechos,
tu boca, y todo tu cuerpo.
Tú que nunca antes llegaste a despertar
ningún apetito sexual.
Me parecías poco femenina, alta,
algo rellenita, y gestos acostumbrados,
con alguna que otra manía,
con una voz estridente de la que yo huía,
no eras mi tipo evidentemente,
tanto tu como yo estábamos casados,
con nuestras parejas respetivas.
No sé de qué forma ni como sucedió,
pero yo solo sé que se unieron todos los astros,
para que esa misma noche soñara
con tu cuerpo totalmente desnudo,
que yacía sobre mi cama.
Quedé prendado de todo tu ser,
me parecías tan bella y sensual,
que no pude reprimir mis ansias
de poseer tu boca y sus labios encarnados
que le pedían que los míos los besara.
me parecías tan bella y sensual,
que no pude reprimir mis ansias
de poseer tu boca y sus labios encarnados
que le pedían que los míos los besara.
Desnudo cuidadosamente me tendí
sobre tu cuerpo uniendo mis labiosa los tuyos,
besándolos fuertemente.,
Tu boca abierta me invitaba a ir mucho más allá.
Lentamente fui introduciendo
en ella toda mi lengua, que al encontrarse
con la tuya, comenzaron una danza de amor
como si de dos serpientes apareándose se tratara.
Entraban y salían de una boca a otra,
intercambiando salivas,
que nos hacían sentir una pasión rebelde.
Con mis dedos acariciaba toda tu desnudez,
y tú la mía, cosa que nunca soñé pudiera,
dar tanto placer .Te cubrí con mi cuerpo,
a petición tuya, me ofreciste boca y sexo,
y en las dos hundí todo cuanto pude,
con grandes movimiento pélvicos,
Tu cara pálida se sonrojaba; tu cuerpo,
amortiguaba mis arrebatos.
Tus manos a ti me acercaban más y más.
Cerraste los ojos en un gemir,
que pronto comprendí.
Besándote en la boca compartimos goces,
tu boca era mi boca, tu aliento fue mi aliento y el mío el tuyo.
Desde lo más profundo de mí ser,
se me escapó un lamento que fue recorriendo
todo mi cuerpo, hasta penetrar en el tuyo,
recorriendo todas tus entrañas,
hasta quedar secuestrado en tu garganta,
en un sigiloso y placentero gemido.
sobre tu cuerpo uniendo mis labiosa los tuyos,
besándolos fuertemente.,
Tu boca abierta me invitaba a ir mucho más allá.
Lentamente fui introduciendo
en ella toda mi lengua, que al encontrarse
con la tuya, comenzaron una danza de amor
como si de dos serpientes apareándose se tratara.
Entraban y salían de una boca a otra,
intercambiando salivas,
que nos hacían sentir una pasión rebelde.
Con mis dedos acariciaba toda tu desnudez,
y tú la mía, cosa que nunca soñé pudiera,
dar tanto placer .Te cubrí con mi cuerpo,
a petición tuya, me ofreciste boca y sexo,
y en las dos hundí todo cuanto pude,
con grandes movimiento pélvicos,
Tu cara pálida se sonrojaba; tu cuerpo,
amortiguaba mis arrebatos.
Tus manos a ti me acercaban más y más.
Cerraste los ojos en un gemir,
que pronto comprendí.
Besándote en la boca compartimos goces,
tu boca era mi boca, tu aliento fue mi aliento y el mío el tuyo.
Desde lo más profundo de mí ser,
se me escapó un lamento que fue recorriendo
todo mi cuerpo, hasta penetrar en el tuyo,
recorriendo todas tus entrañas,
hasta quedar secuestrado en tu garganta,
en un sigiloso y placentero gemido.
De Amores

No hay comentarios:
Publicar un comentario