sábado, 21 de noviembre de 2015

75 Nunca



NUNCA ®



A mi edad nunca fui al Rocío, andando por los caminos.
Cuando fui joven no tenia medios para poder llegar,
ahora que soy mayor me falta salud y movilidad.
Pero no devoción y voluntad
Es como una pesada losa que me aplasta, cada día más.

Nunca pertenecí a una hermandad.
Nunca corrí al sentir los cohetes en la mañana,
a la llamada de romeros para la misa empezar.
Nunca tuve medalla ni cordón, ni tampoco insignia de hermandad.

Nunca tuve votos, ni sajones, ni traje campero,
ni tampoco pude llevar cinta en el sombrero.
Nunca estuve en palacio subido a caballo,
ni charre, ni carreta, ni siquiera lo hice a pie.
Nunca me agarré a la barra de los peregrino del simpecado.

Nunca calme mi sed con alguna bota,
tampoco acerque mi plato al costo para comer.
Nunca dormí al raso ni en choza al llegar a la estada,
y caer las noches

Nunca pase por la raya real, para que mi cuerpo lo envolviera el polvo al pasar.
Nunca me senté al lado de las candelas, para oír el coro cantar.
Nunca desperté al sentir las voces, del bueyero al alba gritar.
Nunca lave mis manos y cara, en las aguas del quema
cuando por las rodillas sentirlas pasar.

Nunca fui romero ni anduve el camino que recorren los rocieros


Nunca entre en la aldea, con la algarabía de sentir los cohetes al llegar.
Nunca después del camino corrí a la capilla, para ver a mi virgen en el altar

y rezarle, a blanca paloma hasta no poder más.
Nunca hice el camino ni lo hare jamás.

Pero si lograré escaparme, para ver a mi virgen del Rocío y poderle rezar,
para agradecer el poder venir a verla un año más,
poner dos velas de penitencia,
por lo que ella y yo sabemos y nadie más.

Allí quedan ardiendo las llamas de las velas,
como arden en mi corazón.
la llama de mi agradecimiento y devoción.





               De Amores

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